Transmitimos nuestros prejuicios y eso hace daño al paciente, como profesionales estamos obligados a la constante actualización de nuestros conocimientos, pero debemos ser también consecuentes y dar la respuesta correcta, de forma amplia y clara, aunque el paciente no esté de acuerdo y vaya a otro sitio por otra explicación aunque esta última no sea la optima el derecho al libre albedrio debe ser respetado.
En mi práctica médica soy abierto a las nuevas vertientes, siempre que estén justificadas, esto también es algo delicado a la hora de discernir y conlleva una investigación profunda, porque hay excelentes alternativas que son obscurecidas por intereses de otros que practican otras que no quieren ceder el puesto a la verdad.
El médico debe ser un científico un constante investigador, si quiere tener éxito en su práctica, cada medio tiene su forma de visualizar las cosas, pero en mi caso no me guio por la cantidad de cuadros que hayan en una pared, para saber de la preparación de alguien, ni me gusta colgar los míos, en mi criterio creo que mis reconocimientos son para mi intimidad, lo otro debo demostrarlo en mi practica a diario.
También si mi paciente decide ir a otro especialista le entrego con gusto y amor todos sus datos pues son de el y tiene todo su derecho a consultar aquel que le merezca más confianza y en eso tiene todo su derecho. He visto en ocasiones que hay quienes no quieren entregar los expedientes o la ponen difícil y eso no es correcto, lo importante es la plana satisfacción del enfermo y eso lo decide el.
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